
La contaminación y una sociedad ciega, sorda y muda
¿Para qué generar ingresos si, a este paso, no se podrá vivir para gastarlos?

Los días se ven cada vez más nublados, ocultos por capas y capas de tóxicos y químicos dañinos para el cuerpo.
Foto tomada de Google.
La calidad del aire en la ciudad de Medellín se ha venido deteriorando a lo largo de los años y esto es una realidad. Muchas veces se ha querido ocultar o tratar esta problemática con pañitos de agua tibia, sin embargo, esta contaminación ha dejado víctimas mortales, lo que le ha costado a Medellín una suma importante de dinero. Según un artículo del 19 de marzo del 2019 de la revista Semana, el impacto de la contaminación atmosférica en la salud de la población de Medellín en el año 2018, determinó que 7.285 personas murieron entre 2012 y 2016 por cuenta de enfermedades respiratorias agudas. Este reporte dice además que, la cuantificación económica de la contaminación atmosférica en la salud de la población de Medellín se calculó usando el Valor Estadístico de la Vida (VSL) para Colombia, en el rango de US$1,55 y US$2,06 millones de dólares del año 2015. Si se tiene en cuenta 1.000 muertes, el costo de la contaminación atmosférica está entre los US$1.550 y US$2.060 millones de dólares para el año 2015, teniendo en cuenta que el peso colombiano para ese entonces estaba en $2.743. Esto indica que el costo total sería de entre 4.2 y 5.6 billones de pesos anualmente. En el caso de 2.000 muertes el costo de la contaminación atmosférica está en el rango US$3.100 y US$4.120 millones de dólares para el año 2015.
Esto nos indica que la contaminación del aire, no solo deja víctimas mortales, sino que también provoca unos gastos muy altos para tratar este daño. A pesar de que la contaminación es un hecho y la mayor parte de partículas contaminantes las ha causado el ser humano por medio de sus acciones y actividades diarias, no se ha querido entrar en razón, pues siempre se ha preferido poner los intereses económicos por encima del bien común y sobre todo, de la naturaleza.
Es importante aclarar que la contaminación del aire tiene sus límites y hay que tener cuidado con la concentración de partículas contaminantes existentes. Según la OMS, si la concentración promedio diaria de PM 2.5 supera los 25 microgramos por m3 se considera perjudicial para la salud. Para Colombia, incluyendo por supuesto a la ciudad de Medellín, el límite máximo permitido es de 37 microgramos por m3, lo que indica que el país emite valores superiores respecto a la orden mundial.
Las partículas contaminantes empeoran enfermedades en el sistema inmunológico y, como expresó Lady Orozco, una estudiante de la Universidad Pontificia Bolivariana que padece una enfermedad grave desde su nacimiento, desde hace dos años que la calidad del aire en Medellín ha empeorado de forma significativa, ya no puede llevar su vida como lo hacía antes. Su enfermedad hace que ella “mantenga las defensas por el piso” y según explica, se le come los órganos, por lo que ahora afirma que entre lo que queda de sus dos pulmones, solo podría completar uno. “El cambio climático empeora mi condición, hay días que salgo y termino arrastrada”. Lady ya no practica deportes al aire libre y debe cuidarse de salir cuando llueve, ya que con el vapor que la lluvia produce, se esparcen en mayor medida las partículas contaminantes que la debilitan. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, a nivel mundial, 4,2 millones de muertes prematuras fueron atribuibles a la contaminación en el 2016, las cifras crecen y más personas se ven impedidas para continuar con sus vidas por miedo a acabar en la camilla de un hospital.
Por otro lado, se suele pensar que los que más producen contaminación son los vehículos y, de hecho, las primeras medidas que se toman cuando se está en época de alerta, son las restricciones en cuanto a la circulación de los carros y el pico y placa se pone más extremo. Sin embargo, la contaminación también se produce por la contaminación que producen las fábricas, el uso de plaguicidas, quema de árboles, incendios forestales, rellenos sanitarios. Según un gráfico de El Colombiano que se encuentra en esta infografía, los que más producen contaminación son los buses y los camiones, lo que quiere decir que el pico y placa no debe de ser la principal medida tomada o la más restrictiva. Por otro lado, también hay unas fuentes naturales que producen contaminación, como lo son los volcanes, las corrientes de arena, el polen y la sal marina.
Sin embargo, este problema no solo se observa en Medellín y en Colombia. Según un estudio científico realizado en Cuba esta tendencia a la contaminación se debe al desarrollo de los países: “Los países desarrollados provocan efectos nocivos sobre el medio ambiente a consecuencia de sus sistemas y modelos de producción y consumo, lo que implica un uso intensivo e irracional de los recursos naturales que trasciende sus fronteras”.
En efecto, para Vanessa Díaz, una joven ambientalista, disminuir la contaminación producida por los países industrializados implica la creación de leyes fuertes que verdaderamente hagan algo por el medio ambiente. Díaz expone: “debería existir una ley que regule todos los desechos, es decir, que todas las casas tengan que separar todos los tipos de desechos por obligación. Aunque ya nosotros sabemos que existe el reciclaje y la separación de residuos, no hacemos uso de eso porque realmente no tenemos una conciencia ambiental”.
El aire es tanto global como local, y es un híbrido entre las políticas humanas, el conocimiento científico y los procesos de la naturaleza, resalta el estudio Air as Medium de Eva Horn. El aire es una cuestión de gran importancia, pero las personas deciden hacer caso omiso a su cuidado, ya que, es mucho más fácil ignorar que hacer un cambio en las actividades que lucran. "El aire es un problema tan cercano e omnipresente que todavía se nos dificulta tan si quiera llamarlo un problema y no solo como un asunto de fondo".