
Reseñas cine documental
La verdad incómoda 2

La verdad incómoda 2, secuela de Una verdad incómoda, pero esta vez dirigida por Bonni Cohen y Jon Shenk, es un documental protagonizado por Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos, que tiene como objetivo hacer que los espectadores reflexionen sobre la crítica situación del planeta y los efectos del cambio climático.
Al Gore fue altamente criticado y tachado de pesimista por su primer documental, en donde mostraba la realidad que los medios de comunicación omiten y con ayuda de la ciencia, mostraba un propenso escenario donde las calles de Nueva York se inundaban, simulación que causó polémica por su “negatividad” y que, trágicamente, se hizo realidad en el 2012 cuando el huracán Sandy arrasó. En esta segunda entrega, ya no se centra en mostrar gráficos y cifras únicamente, sino que él mismo muestra las problemáticas en el lugar de los hechos. El documental recibe al espectador en Groenlandia, en donde puede evidenciar que los polos se derriten y, comparando con años anteriores, cada vez es más crítico y riesgoso habitar esa zona. De ahí hace la pregunta: “¿y a dónde irá toda esta agua?”, la respuesta aparece en pantalla con los miamenses caminando con el agua casi hasta las rodillas, la solución irracional que propone el alcalde es construir todo 30 centímetros más arriba.
El documental muestra imágenes fuertes pero nunca pierde el toque esperanzador que, a comparación con la primera parte, se puede ver más. El papel que Al Gore juega durante esta producción es el de guía y a la vez de protestante, mediante las múltiples charlas que da en varios lugares del mundo y su propuesta en la conferencia de París del 2015, en donde es quien, aparentemente, brinda una alternativa para que todos los países firmen el acuerdo: hace negocios con la compañía de paneles solares Solar City para que puedan ser utilizados en la India a pesar de la falta de recursos. Este sería, quizá, el momento más importante de todo el documental debido a que muestra cómo hay cada vez más personas que reaccionan ante el arrasador cambio climático. Sin embargo, también muestra la otra cara de la moneda: Donald Trump y su insistente idea de que el calentamiento global no existe y que lo mejor es retirar a Estados Unidos del acuerdo.
Como documental que pretende generar reflexión y acción en quien lo ve, las imágenes devastadoras van acompañadas de música como si de un thriller se tratara. Además, intenta mostrar el punto de vista de la política y la economía y hace fuertes críticas a las pésimas decisiones tomadas por el gobierno americano en el pasado. A pesar de ser entretenido e intercalar entre las charlas de Gore y las imágenes de los lugares que visitó, carece de un punto de vista imparcial, ya que, aunque no lo desee, el protagonista sigue teniendo mentalidad de país “desarrollado” y capitalista, impidiendo que vea por completo la dificultad para los países con pocos recursos de implementar alternativas sostenibles. A parte de eso, se trata de un documental que logra mover las fibras en quien lo ve y muestra una realidad que no debe ser ignorada y aunque ha habido mejoría, aún hay un largo camino por recorrer.